Energía eólica e hidrógeno, una simbiosis anticipada
Abstract
A estas alturas, nadie puede discutir la necesidad de utilización de fuentes de energías renovables como alternativa a los combustibles fósiles, con
el fin de mitigar entre otros efectos, el
impacto que conlleva la utilización de
estos últimos en la atmósfera terrestre.
Pero las energías renovables se
caracterizan por una propiedad intrínseca que hay que tener en cuenta: se
dispone de ellas únicamente en el
momento en el que existe el recurso
que actúa como fuente primaria, es decir, los "molinos" producen electricidad cuando hay viento ó las huertas
fotovoltaicas cuando hay sol, y que
cuando este recurso no se encuentra
disponible (viento/sol), ello conlleva a
una producción energética nula, de
ahí el adjetivo asociado a las energías
renovables de "no gestionables".
España es un país puntero a nivel
internacional en energías renovables,
destacando de forma notable en el
campo de la energía eólica. Ello ha
causado la existencia de muchos parques eólicos distribuidos a lo largo y lo ancho de toda la península, pero el
propio carácter de no gestionable está conllevando a la búsqueda de sistemas de almacenamiento energético
intermedios, con el fin de poder llegar
a prescindir al 100 % de las fuentes
primarias basadas en combustible fósiles. Entre todos los sistemas de almacenamiento energético para las
energías renovables, el hidrógeno es
un candidato firme.