LEONARDO TORRES QUEVEDO: “El más prodigioso inventor de su tiempo”

Authors

  • Francisco A. González Redondo Universidad Complutense de Madrid Author

Abstract

El 8 de agosto de 1916 se inauguraba  en Niágara (Ontario, Canadá) el primer teleférico para pasajeros de toda Norteamérica, el “Niagara Spanish Aerocar”. Había  sido construido por una empresa española  (en concreto, vasca) registrada en Canadá,  The Niagara Spanish Aerocar Company,  con capital español (prioritariamente, vizcaíno; en menor medida, también  cántabro), administradores españoles,  ingeniero constructor español, material  transportado desde España a Canadá durante la I Guerra Mundial (por ejemplo, la  barquilla para los pasajeros), explotación  comercial inicial española: en suma, I+D+i  de hace cien años. Para ello se siguieron  las patentes de un ingeniero español,  Leonardo Torres Quevedo (Santa Cruz  de Iguña, Cantabria, 1852-Madrid, 1936),  presentadas a partir de 1887 en Alemania, Suiza, Francia, Reino Unido, Canadá,  Austria, España, Italia y los EE.UU., ideas  originales que se materializaron en 1907  en el primer teleférico abierto al público  para pasajeros de la historia, su Transbordador del Monte Ulía en San Sebastián y  que siguen presentes en todos los teleféricos (no las telecabinas, que responden a  un sistema diferente) que se construyen  hoy en todo el mundo.

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Published

2024-05-24

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